No mames, tengo la vida que soñé.
Aunque siendo honesto no soñé ninguna. ¡Nadie a los veinte y veintetantos puede ver más allá del momento que respira!.
No me ilusionaba ningún año después de los 24, mi mejor momento. Esa en que nada es imposible, es el más bello círculo vicioso… pero volviendo al tema, tengo la vida que soñé. ¿Cuál?, esa sin complicaciones.
En una entrevista con una persona mayor, me reveló cual era el miedo que tenía, no era la muerte, era el sufrimiento, soy muy sensible al dolor, no quisiera estar padeciéndolo, eso me dijo una persona de 81, cuando yo rondaba los 27.
¿Quién va a desear el sufrimiento?... solo los santos.
¿Cuál era mi anhelo? Ninguno. Solo cotorrear. Jaja ¿y después descansar para volver a cotorrear? Eso de madurar y sentar la cabeza, estaba lejano. El cielo podía esperar.
Ya en serio, que me cuesta trabajo aún ponerme así, quería yo lo suficiente, lo bueno, lo limpio. El método era ofrecer disciplina, perseverancia, esfuerzo. Dar lo que esperas recibir. ¿y que tenía yo para dar, ¡Muchas cosas wow!, jaja, no sí, no bueno si. Dar un corazón sencillo, unas manos limpias, un entusiasmo y mis neuronas, ese era mi capital, y que recibí. Primero los amigos, luego el trabajo, luego el matrimonio, los hijos y la oportunidad de agradecer eso siempre.
Saludo y me saludan, me aprecian y aprecio, ayudo y me ayudan, sonrío y la vida me sonríe. No sé si soy monedita de oro, pero algún valor he de tener.
Examinando tengo lo que merezco.
Yo pedía una compañera de vida, sencilla, trabajadora, positiva, sensible, y eso se me concedió en Vicky, ya son diecialgo de años juntos. El otro día conversaba con ella, y le dije que nunca me gustó pertenecer a ninguna agrupación, sociedad, cofradía, ningún pase de lista grupal, yo siempre he querido mi libertad, solo me domestico ante ti, a ti te soy leal, y ella me respondió ¡y yo te dejo ser libre!.
Amo despertar y que me uno de mis hijos me llame a comer, otro me sirva y todos me abracen, por la mañana, me despiden y reciben con amor. Amo estar llevándolos, enseñándoles a apreciar y agradecer la belleza del mundo. Porque en lo que te enfocas, eso se expande.
Puedo trabajar y trabajo, puedo escribir y escribo, puedo leer y leo puedo caminar y camino, puedo saborear y saboreo, puedo amar y amo. Me digo que lo que se busca se encuentra, lo que se pide se te concede y lo mejor llega a tu vida, si te lo mereces.
Me agrada que los que me rodean sean educados, agradecidos, y trabajadores, yo me alejo de aquellos que no lo son, me agrada que ven y hacen la cosas con amor, eso es todo.
Me enfoco en eso y eso se expande.
#EsdrasCamacho
08/04/2025