El padre
#OdiseasPosmodernas
Un tema del que poco se habla en la actualidad es el de los adultos mayores, hay cierta repulsión o fobia hacia a ese estado de vejez; el estilo de la sociedad uniformizada, pinta ese cuadro como decrépito, gris y fastidioso.
La experiencia de estar cerca de uno o de varios es una oportunidad para confrontarse consigo mismo, ¿Es acaso negando la realidad que se avanza?
La interacción con él o ella en su etapa de la vejez, nos da una muestra de lo efímero, de lo fugaz y transitorio que somos como especie, de esas grandes verdades que por muy evidentes, uno se resiste a creer, todos pasaremos por esa etapa.
La fortuna o infortunio dependerá de la percepción y educación sentimental y moral que se posea, hay que vivirlo en carne propia, es decir de primera mano, obtener el conocimiento personalmente.
Con mis abuelos, cuando aún no entraban en la parte final de su existir, aprendí algunos hábitos, algunas frases suyas están nítidas en mi memoria y enraizadas en mi personalidad, pero cuando ya se hayan en la parte final, ese extravío, ese laberinto de olvidos y alucinaciones es un castigo para quien lo soporta.
Se requiere una gran empatía un sentido de compromiso de justicia y defensa del amor ante circunstancias inhóspitas, pues las personas, dejan de ser lo que tu recuerdas. Es desesperante, él o ella, que está frente a ti, se ha derrumbado, se sostiene físicamente, pero sus capacidades básicas están en caída libre, y tú caes también en ese vértigo, porque no aceptas cómo pudo ocurrir eso.
La negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, son las etapas del duelo y que de alguna forma son los episodios que se atraviesan con un adulto mayor, todo en el mismo orden, tú no aceptas, tu te enojas, tu concilias, tu te entristeces y al final si es que hay capacidad de resiliencia, creces en la otra etapa.
La película de Anthony Hopkins, “El padre” aborda el tema de la demencia senil, en la que una hija intenta sobrellevar la situación, pero que inevitablemente debe elegir entre marchitarse o emerger hacia otra etapa, al final la solución que elige es recluir en una casa de retiro a su padre, por sentirse impotente de atenderlo.
El espectador puede sentir compasión de la lucha que hace el hombre de 83 años por mantenerse ecuánime y útil con el mundo y sin embargo el Alzheimer va consumiéndolo, una escena conmovedora es cuando está en camiseta, dentro de una habitación al cuidado de una tercera persona que pertenece al personal de atenciones de la casa de retiro, y en su desvarío pronuncia “¿Cuándo irá venir mi mamá por mí, podría alguien avisarle?”, todo indica que el anciano, que tiene cortos episodios de memoria a largo plazo, se convierte en niño , pero no cualquier niño, sino uno desvalido, en edad maternal.
Anthony (Que es el nombre real del actor: Anthony Hopkins) es viudo y está al cuidado su única hija viva, la cual debe migrar de ciudad, y no puede por que es demasiada la responsabilidad estar pendiente de sus cuidados, sufre entonces de tomar la decisión, pero es también la única necesaria, para que ella pueda también realizarse, de lo contrario enfermará de neurosis.
Anne, la hija imagina en un desvarío, que ahoga con sus manos a su padre mientras duerme, pues el hastío de la responsabilidad le rebasa el amor de hija, luego recobra la conciencia y parece flagelarse la conciencia por esa idea absurda.
En un dialogo Anthony, “Siento como si perdiera todas mis hojas. No sé lo que está pasando.” Metafóricamente es la vida, el nacer, crecer, reproducirse y morir, de todo el proceso la parte final puede resultar misteriosa, porque puede que haya conciencia sin energía física, o bien estar medianamente robusto sin lucidez.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa, no hay cura, ni efectos reversibles, la vida del paciente no mejora, puede haber también desnutrición, alucinaciones, estados depresivos y conducta verbal agresiva.
La película nos da un panorama muy real de la enfermedad y de la impotencia de cualquier persona, por muy entusiasta que puede estar, afrontarlo siempre es un desafío.
Y por muy estoicos que seamos, o digamos ser, sentimos que es injusta la vida, al final de su camino.
El cine educa, previene y anticipa, nos recuerda que “mayo no es eterno”.
Disponible en Netflix, ganó dos Premios Oscar, uno para Anthony Hopkins y otro para el guion.
EL PADRE (The Father), Reino Unido, 2020.
Dirección: Florian Zeller
Duración: 97 minutos
Guion: Florian Zeller, Christopher Hampton (Obra: Florian Zeller)
Fotografía: Ben Smithard
Reparto: Anthony Hopkins, Olivia Colman, Imogen Poots, Rufus Sewell, Olivia Williams, Mark Gatiss, Evie Wray, Ayesha Dharker
