sábado, noviembre 17, 2018

Priscila


Luego de diez años, un día… gracias al poderoso facebook, recibo el mensaje de saludo, un texto de renglón y medio, invitándome a charlar por el msn. Mejor que eso, nos intercambiamos los números de celular y nos ponemos al corriente y a la orden de los últimos sucesos en ambas vidas.
Madre de dos niños, maestra de preescolar, casada desde hace diez años y en el presente con problemas maritales. Yo muy bien establecido a unos pocos kilómetros de donde reside y con una vida sin altibajos, moderada, casi resuelta. Ya enterados, que la distancia en el tiempo y en la geografía no habían puesto fin a nuestra amistad, acordamos reunirnos para abundar detalles.
La cita en el parque “Amparo Montes”, la consabida hora de esperar y el cielo amenazante, la paciencia de caballero daba para más, pero puntual después de la hora, apareció con la actitud juvenil, fresca, sensual, coqueta involuntaria, planta de sigo aquí, facha de “Tu dirás”- ¿cómo me ves?. Cuerpo esbelto, labios pequeños, dientes finos, ojos coquetos, sonrisa amplia, cautiva por ser audaz, atrevida y como un obsequio sin envoltura, su presencia ánima a deleitarse buscando el tema que agrade y que permita provocar de su atención, llamarla, retenerla, para qué, simple, solo nomas.
La abrazo y percibo ingenuidad y alegría en perfecta sincronía, nos vamos a ninguna parte, pero debía de haber un sitio que nos soportara. Visitamos una cafetería, dos cafés y el punto era que el hombre que era su compañero de vida, le jugaba al “Don Juan” con su vecina de 16 años, con su propia hermana, su madre lo consentía, y sabrá Dios cuantas cosas más. Por lo pronto, el punto es la posible separación y ruptura con su actual pareja.
Entregado a mi papel de sabia oreja atenta que no le conviene opinar ni a favor ni en contra, pues nada empeora ni soluciona abrir la boca, la tengo a mi lado, y soy el ex compañero de la oficina que no tuvo la oportunidad de proponer ni sugerir una relación sentimental en su momento, y que obvio la respeta, y la respetará todo el tiempo.
¿De veras, sentiste algo alguna vez por mi?, expresa satisfecha de saberse deseada a destiempo
–Perdí la oportunidad, por mi timidez, le dije. No se puede con el destino.
Pero, -insiste- Tú te me hacías interesante, bueno –corrige- lo eres aún. Sugiere ir por la primera de la ronda de las cervezas, su vida ahora está en “cumbres borrascosas”, su pareja, no está localizable, lo supone retirado. Este es el momento del error, estando ella en su ciudad, y con un marido “despechado”, la estuviese cercando y vigilando y, yo extraviado en esa golosina que representa una noche de reencuentro y como diría Arjona “después de un tequila veremos qué es lo que pasa?.
Llegamos al maldito “Breve espacio” y como se pueden adelantar, llegó el mugroso de su marido. Necesito ser yo tan “mi-mismo” para no inferir, que se rompería el encanto, debido a la graciosa aparición de don Vale madres. Vociferó, lo consabido, mala madre, mujer me perteneces, vete a la versh… etcétera, y yo imaginando sobre mi cabeza con un zoom, una flecha luminosa que dice: “Aquí está el pendejo”, jajajajajaja obvio ofrecer el asiento, pues ante todo: “lo miedoso no quita lo cortés”… las disculpas, échate una con nosotros, soy solo un viejo amigo, no vinimos a hacer nada, quédate y pasamos un buen rato, obvio no todo eso expresado claramente, pero si existiese la tecnología para subtitular mis pensamientos, serían esos . -No hay razón para estar celoso, hombre – le dije al otro- Yo no vivo acá, estoy solo de paso, Priscila, es una amiga de muchos años, pero solo. Ok.
Toma las cosas con calma, no te precipites, me presento, mira soy Esdras Camacho, y quiero ser tu amigo. (Obvio durante la pronunciación de esas frases, auguraba yo un cerrón de jetta, marca Chiapas). Y estando en un lugar para mí desconocido, ya miraba yo mi carota en “El municipal” al otro día, con la leyenda: por sanchador, le rompieron la crisma. Y la foto, en donde se aprecia las consecuencias de una perfecta misión fallida. En mi celular hay este mensaje. -ya sé todo de ti –Lo supe gracias al facebook, Te equivocaste de puta cabrón!. No sabes en la que te metiste, pronto sabrás quien soy.
¿Qué pasó después, la despedida?, ella se va sola, el galán despechado atrás de ella en su propio auto, yo con poca capacidad de análisis, no sé ni cómo llegué a ese momento, tomo cualquier dirección, me detengo en una esquina paranoico, estará cerca ese loco buey, que quiere vengar su honor y yo de pendejo, ni siquiera un apretón de manos le dí, será para la próxima pienso, y de antemano, mi otro yo ya me dijo, síguele y verás, sin haber disfrutado el elixir del amor infiel, te irás a la fosa común, con la gran fama. Y si fuese un cortometraje, la canción para cerrar el episodio sería. “…No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”. * che facebook, al tiempo que me das, fama, me quitas honra!!!