Odiseas postmodernas
Esdras Camacho
Pareciera que pocos ciudadanos se asombran de los sucesos
acontecidos en días pasados en la ciudad de Tapachula Chiapas, la violencia estacionada
en el ambiente es parte del paisaje, además de efímero, amenazante.
Escribí hace unas horas una numeralia de notas rojas, aquí
nuevamente lo comparto:
Una semana en
Tijuanita versión SUR
#TAPACHULA
#TAPACHULA
Numeralia de
notas rojas del 19 al 26 de febrero del 2019:
Una semana en Tijuanita versión SUR
DIA 1
Mara Salvatrucha asesina a dos policías, el
acto queda videograbado y difundido en las redes.
(Redes)
DIA 2
Caravana migrante que ingresa ilegalmente al
país agreden con piedras y palos a personal del Instituto Nacional de
Migración.
(Redes)
DIA 3.-
Muere la Joven Herida a Balazos
Al Parecer eran asesinos a Sueldo, contratados
por la Familia Debido a la Disputa de una Herencia
(EL ORBE)
Dia 4.-
Acuchillan a Joven que Intentó Detener a
Ladrones de celulares en el centro de la ciudad.
(EL ORBE)
Dia 5.-
En Asalto le Quitan 50 mil Pesos
retiró el efectivo del banco Banamex de la
central Sur y fue atracada frente a su casa los dos bandidos Iban en una
motocicleta (EL ORBE)
Dia 6.-
Se desploma avioneta fumigadora en zona
agrícola (Aparicio Sebastian News)
Dia 7.-
Hallan Cuerpo sin Vida de Mujer en Terreno
Baldío de Los Llanes
(Aparicio Sebastian News)
La vida es ahora simplemente un juego al estilo de los ataris
y aquel mítico comando cobra en la que el ciudadano sale a la calle y avanza
con paranoia, desconsuelo y tristeza.
Vea usted, observe cualquier persona que ve uno en la calle
con mariconera o piernera, pareciera que lleva un arma ahí y que está dispuesta
a usarla para atacar o para defenderse de un ataque.
En los Diarios se da cuenta de lo que ocurre mediante denuncia
pública, sin embargo, hay otros delitos que no se ventilan por respeto y
discreción a las víctimas.
Y mientras tanto los gobernantes, carentes de sentido común
y de valor para aceptar su incapacidad se escudan en declaraciones que acusan a
la propia ciudadanía de la apología del crimen, todos tienen vela en el
entierro, menos nosotros dicen.
Como marionetas jugadas por crueles titiriteros
interpretamos un papel en la que el asombro está ausente, parece que nos resignamos
a un estilo de vida en el que predomina la incertidumbre.
Es cierto que el tema de la educación de los valores es pieza
fundamental para el autocuidado de la integridad física, no obstante, hay circunstancias
en las que necesariamente tendría que operar la fuerza pública del Estado. La
táctica y la estrategia tiene que surgir de aquellos que tienen ahora el poder
del presupuesto púbico, y así invertir en lo prioritario, la seguridad.
Tapachula es la zona comercial de coincidencias con otros
municipios del soconusco, istmo, frontera y sierra, y es ahora un fango de
violencia que como tsunami avanzará hacia otros territorios de no tomar acción
para detener su expansión.
El escenario es de muchas preguntas y pocas respuestas…
¿No hay asesores de seguridad que estén proponiendo
soluciones… o esperan que la ciudadanía silenciosamente aguarde el turno de pasar
a la fila de víctimas?
Ciudadanos ¿no habrá un representante popular que encabece
la solicitud de la defensa de la vida y la paz en Tapachula?
¿Empresarios y cámara nacional de comercio, no están dispuestos
a exigir seguridad a sus actividades?
¿y si tomamos por nuestra propia mano la acción del orden y
el castigo?
¿Cuánto tiempo podríamos sobrevivir en ese escenario?
¿Cuál es la oración efectiva que hay que hacer para ir con fe,
hacia las afueras del propio domicilio y
regresar a salvo?