domingo, septiembre 24, 2023

Jamás pensé llegar a los 72 cantando y escribiendo.

Jamás pensé llegar a los 72 cantando y escribiendo.

Mi padre murió de alzhéimer, y eso me aterroriza. Nunca jamás pensé llegar a mi edad haciendo giras, cantando, escribiendo canciones... Es un regalo de la vida que no creo haber merecido.

Amanece peor cada día, Y, a pesar de las horas hermosas, las goteras son tan enojosas la ira de Dios tan impía que al final, con el alma vacía, uno deja que pasen las cosas como trenes, como mariposas que no saben morir todavía. Yo prefiero soñar que mañana, de repente por una ventana se me cuelen volando las musas, y feliz, surcando esa ola, enrojezco como una amapola y me pongo a cantar sin excusas. 
Porque las emociones se ajan y envejecen y el destino baraja picas y corazones y clones de otros clones los niñatos parecen muertos de vacaciones. 

Queda apenas el alma de la palabra escrita, renglones con borrones de tinta hospitalaria, con Borges y un tequila de más ¿quién necesita caricias mercenarias?

Los bienaventurados bien crudo nos lo ponen: La dieta de mis días no incluye sopa boba, maldito purgatorio que abrasa en pleno invierno, ya ni siquiera vienen a mancillar mi alcoba, los de asuntos internos. 

Hace tiempo que no me hago caso, hace tiempo que olvido que atraso, que paso de mí.
Hace tiempo que no pido nada, hace tiempo que la madrugada, no da más de sí.
Hace tiempo que mengua mi renta, que cuadran las cuentas de la soledad.
Hace tiempo que no me hago trampas, hace tiempo que nieva, que escampa, que vuelve a nevar.
Hace tiempo tiempo que el tiempo se esfuma, hace tiempo que nadie perfuma mi vieja canción.
Hace tiempo que el sol tiene pecas, hace tiempo que las discotecas, no tienen razón
Hace tiempo que no me acaloro, hace tiempo que el tiempo, que es olor no cura el dolor.
Hace tiempo que todo es mentira, hace tiempo que el mundo no gira a mi alrededor.
Hace tiempo que bajo la cuesta, que pierdo la apuesta contra el porvenir.
Hace tiempo que sueño despierto, que se muere de sed un desierto delante de mí.

JOAQUÍN SABINA

jueves, septiembre 21, 2023

El Sillón


 A simple vista parece un sillón para el descanso, pero puede tener otros usos: Un Sillón. 

I

En un sillón de un fino ajuar, que el papá de la dueña del departamento compró para semiamueblarlo, fui acariciado largamente por Magda, entrecruzaba sus dedos por mi cabellera, mientras yo me hacía el dormido. Así pude escuchar su pena, que le contaba a su mejor amiga y dueña del departamento: no podía sino entregarse a su primer y único novio que la había convencido de ser posesión suya. Era yo solamente un “Boiler”, el que le hacía hervir todo su jugo, para que alguna vez, el otro se la comiera. 


Me “Despertó” y nos fuimos al suelo de una habitación sin muebles, ahí fui recompensado por la espera, nuestras olas de mar trepidantes, se encendieron y apagaron, y no pasó lo que yo quería, pero sabía que eso no sería. 


II

Tras un sillón, de esos que se heredan, y aunque son viejos, roídos y deteriorados, se conservan por amor al significado sentimental que guarda para la familia fui ocultado, la noche en que Sofía que vivía sola de lunes a jueves, recibió a sus hermanos como huéspedes en el departamento con paredes en obra negra, que rentaba en el centro de la ciudad. 


- “Aguanta todo el tiempo”, dijo. “Pasaremos a la segunda planta y allá cenaremos, cuando sea la hora de dormir bajaré para estar contigo”. 

Mi alma disciplinada solo para el amor, aguantó sin zozobra, la espera. El final me iluminó la oscuridad, acurrucada a mi lado, estuvo tres o cuatro horas ya cerca de la madrugada. 


Por la mañana, uno de sus hermanos bajó por agua, y abrió el refrigerador que estaba cerca de donde estaba el mueble que fue mi escondite, y me dijo: “¿Te va a hacer daño el suelo, porque no te subes al sillón?... te vimos al entrar, solo nos hicimos pendejos para que mi hermana no se sacara de onda”.  

III


Luego de sorber y lamer con intensidad los pechos y los labios de Irene, escuché su promesa “yo, contigo me he de casar”. 


Envueltos en el abrazo más cálido, nuestras sombras danzantes en plena vigilia, se acomodaron en un sillón de madera sin cojines, en la que solo una frágil envoltura de lo que había sido una colchoneta, cubría la dureza de los tablones, amortiguaba el peso de nuestros cuerpos. Afuera todos andaban enfiestados en su noche patriótica.  


De eso han pasado quince años, y el sillón se ha convertido ahora en aparador de prendas nuestras prendas.  


¿Verdad que un Sillón puede tener otros usos?.  


martes, septiembre 19, 2023

La magia del escritor


 


#ODISEASPOSMODERNAS

Esdras Camacho 

Para algunos el escritor es un malabarista, un mago, un genio solitario, un atormentado, un artista. A mi parece que, es también un caminante que sube y baja veredas descubriendo y guardando secretos que más tarde o más temprano se manifestará en alguna creación literaria, visual, auditiva o de cualquier índole. 


Yo soy escritor. . . ¿Cómo llegué a serlo?


La vocación es un llamado metafísico, ese reverberar de neuronas que impulsan cierta inclinación y sensibilidad para el misterio de las cosas y su espíritu y su manifestación a través de la belleza. 


“Suponiendo sin conceder” [como dicen los leguleyos], que exista la posibilidad posible, sea la herencia o la genética que predisponga al oficio; feliz asumo los dones y consecuencias de ese propósito. 


Agradezco a quien tuvo la ocurrencia en mi largo linaje, que tampoco pretendo desentrañar, ni exponer, pero me hace feliz lo que soy, sabedor del impacto de lo que uno sueña, imagina y admira. 


Yo admiré siempre a los narradores orales que tuve cerca, crecí con una rutina, cierto momento del día es para el entretenimiento, para la enseñanza y para la creación. No me veo haciendo otra cosa, porque además me siento como pez en el agua a través de la lectura, escritura y creación. 


Pero, ¿Cuál es el atributo indispensable y necesario para escribir historias?  ¡Escucharlas!, uno entonces pone el don del coleccionista a trabajar, porque tarde o temprano aflorará en algún escrito la historia conocida. 


Cada rareza o incoherencia es un unicornio en el bosque de historias, digo bosque, pero igual y puede ser archivero donde se clasifican, se catalogan y se jerarquizan.  


Me acuerdo de un texto que venía en el libro de lectura de 4° grado de primaria, era de un hombre que diariamente, luego de dar un paseo matutino se sentaba a contar a una audiencia fiel y puntual a su rutina, todo lo que había visto durante su paseo, así decía que alfombras voladoras, que faunos tocando flautas, que sirenas con peinetas de oro, todo eso era puro invento, pero un día, sus receptores le pidieron que les contara historias, y él que para su sorpresa había visto en realidad todo lo que había inventado, dijo “Hoy no he visto nada”.


El guion que escribo actualmente, que próximamente se convertirá en un corto o largometraje, relato vivencias propias, pero al tiempo que son, no deben parecer reales, porque la literatura es fantasía. Allí hay fábulas recreadas con la que nos han educado a varias generaciones, solo hay que añadirles una pizca de credibilidad para mantener el estilo literario. 


También los sueños son un gran combustible para el ejercicio creativo, hay una gran relación entre la vida real y los sueños, tanta que hay todo un tratado elaborado por el psicoanalista Freud y que aporta al mundo científico un océano desconocido extraordinarias verdades sobre nuestra naturaleza humana. 


Me acerco con respeto a cada uno que imagina un árbol de estrellas el universo, y entreteje su existir con matices de dimensiones abstractas, como de otro entorno.   En este surfear por el mundo literario, he encontrado infinidad de maestros y amigos y. nos hemos acompañado, enriquecido y retroalimentado. 


Bendito el escritor que juega al escritor, siempre encendiendo la lámpara de su imaginación


Cuando me preguntan ¿Cómo se hace para escribir?, le respondo parafraseando al poeta Machado: Escritor, son tus recuerdos, reales o inventados, el camino y nada más”.  


Motozintla Chiapas

19/09/2023