viernes, mayo 24, 2024

¿Usted quiere un artista en casa?


Piénselo bien. 



Ellos acostumbran a soñar. Van por la vida a veces, casi siempre ensimismados, componiendo su próxima obra, si no componiendo, escuchando sus yos, ellos y múltiples personalidades que confluyen intermitentemente a lo largo del día. 


Un artista solo se domestica mediante el amor, y el amor auténtico, no cualquiera. 


Un artista, dirá frases inconexas, a veces en situaciones no previstas, por ejemplo: Me gusta andar, pero no sigo el camino, o Vivo sin vivir en mí, y tan alta vida espero, que muero porque no muero, o, te quiero a las diez de la mañana con la mitad del odio que guardo para mí. 


Son sensibles, hipersensibles, no es que estén a la defensiva, pero interpretan el contexto de forma divergente, uno debe recordar que por mucho que nos esmeremos, la Ordinariedad les punza o corta, mientras los roza. 


Su velocidad de acción y comportamiento ocurre a un ritmo no medido, no cuantificado, son en depresivos, sociables, justos, bondadosos, interesados, desinteresados, amables, odiosos, silenciosos, explosivos, todo y nada, de uno a otro extremo, a veces, casi siempre.

Amplie su vocabulario e incorpore en su charla palabras como ilusión sueños, metafísica, alma, indeleble, inefable, nimbo, obelisco, utopía, tranvía, flores amarillas, canción, escritura, sin olvidar: free lancer, tik tok y “La Queso”. 


No siempre son bien vistos, porque no se acomodan a los preceptos y normas sociales, desafían lo establecido, provocan la reflexión, ayudan a los demás a ser libres, y la libertad en la era del vacío es, amenaza. 


El trabajo de un artista puede trascender fronteras, sus ideas podrían hacer comunidades diversas sin límites territoriales. Una obra de arte puede conmover hasta las lágrimas, impresionar y cautivar, incitar a una hermandad, motivar a la empatía. También podría ayudar a reflexionar, descubrir y entender la cosmogonía, destruir mitos, preservar la riqueza de la historia, la identidad. 


Encuéntrele el lado positivo, solo los artistas, son capaces de revolucionar el espíritu, su trabajo algunas veces, imperceptible, inspira a los demás, presentadores de noticia, políticos, científicos, académicos, los citan y los toman como ejemplo. 


¿Quiere un artista en casa?


Asegúrese de ofrecerle lecturas, historias, biografías, vídeos sobre artistas, visitas museos, charlas con otros artistas, acérquelos al cine, a la danza, la escultura, la fotografía, la música. 


Son llenos de magia, niños emberrinchados, fugaces, pero necesarios, para entendernos, para explicar el milagro de la vida.


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