A veces quisiera ser Tin Tan
Cuando a mí me preguntaban en el chismógrafo ¿Qué vas a
hacer cuando seas grande?, siempre decía: Comediante.
Me pasaran los cuestionarios que pasaran, siempre tenía la
misma respuesta actor, cantante, comediante.
Entendía a medias la profesión, pero sí sabía que hay tres maneras
de entender la realidad, de forma trágica, de forma cómica, y la última que es
mezcla de ambas. Pues en esa me veía y me veo.
Hasta antes de la aparición de los Milennials y Centeniallls,
la población consumió varias producciones de sobresalientes y famosos cómicos Manolín
y Shillinsky, Clavillazo, Resortes, Capulina, Cantinflas y Tint tan entre otros.
Tin Tan es recordado por su completa habilidad como actor
cómico, que incluía cantar y bailar, su estilo de comedia combinaba la
improvisación, el humor absurdo y la crítica social.
Tal ha sido su impacto en la conformación de las identidades
del adulto contemporáneo que se les rinde tributo en canciones, souvenires y películas.
Me quedo con “Calabacitas Tiernas” y “La isla de las mujeres”,
“El vividor,”, “El Rey del barrio”, “El niño perdido” entre otras tantas en la que
Tin Tan evidencia su polifacético talento.
"¡Mire nomás cuanto ratero millonario anda por
allí!", me dice desde el yotube, mientras escribo este texto sobre él y su
influencia en mí.
Sí se que es insoportable a veces, pero ese es el castigo
del artista, ser incomprendido.
Los artistas usamos no una sino máscaras, pocas veces se
deja ver la auténtica. Pero aquí va mi confesión: aunque tenga posgrados en
retórica, poética, y sitema décimal, y ande siempre con décanos
plenipotenciarios en Política, Astronomía y Filosofía, a veces, casi siempre
quisiera ser Tin Tan.
Así como hay compositores que dicen, no sé que diera por
haber compuesto tal canción, tales versos, así yo, daría mi reino, que no es
mucho, ni poco, pero que es.
Chale, carnal, simón.
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