Esta risa arando el firmamento
Desplegando el manto de lo oscuro
Y sus millonarias velas.
En su fase primera
El poema nuestro de cada día.
¿Podríamos relatar lo que se oculta?
¿Podríamos discursar lo etéreo?
Se nos ha adherido tanto el disfraz de la razón
Que nombramos tarde el gozo.
Esta brevedad resplandeciente, al compartir su dulzura
Nos recuerda:
“somos sombra y
A veces ardemos”.
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