Mi lupis se me perdió
su presencia en la biblioteca era mamá pichona en el nido
mi LUPIS se me perdió y no fue ayer.
Comiamos de su alegría
el polí y yo,
la otra y yo,
el portero y yo.... y volvía hasta una semana despúes, inhaprennsible.
De pronto la vi inscrita en mi escuela,
[solo fueron dos veces].
Incluso una vez fui con ella a su vecindad a San Roque, y
al salir para hacer tarea le conocí, la única prenda sin roturas.
Acepto a siniestra a cualquier mujer que me envía solicitud en el facebook, con la esperanza de que sea mi lupis.
Yo nunca la olvidé.
Quizá habría sido una boba -Nunca la vi leer-
Quizá no fue nunca a la universidad y yo aluciné que si.
Ese traje likresco arrugado cubriendo sus muslos,
esa maraña revuelta.
Ese talle esquelético.
Poe o lovecraft la hubiesen nombrado fantasmagórica,
Los doors, le hubieran cantado American Woman y Sunshine of your love, Cream.
Y yo felíz si alguien me diera noticias de ella
pastando quedo,
entendedor, de que lo inhaprensible está hecho solo para soñar.
Mientras el mar exista, espero por ella.
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