jueves, julio 23, 2020

La inconquistable

¿Por qué me eres ajena?
 preguntaba un poderoso 
a una imaginaria musa de la poesía
displicente, escurridiza
coqueta , veleidosa, 
inefable, sobrenatural, 
-continuaba triste con su canto-. 

Nada, solo el silencio. 

300 mamotretos
500 infulas
4 mil papeletas volaron sobre su estirpe
durante décadas

y cuando ya abatido por la edad
y por la consecuencia de no escribir
alguna célebre pieza

Escuchó en sueños. 

La poesía no es afin al poder
es canto, es celebración, es humildad
es serenidad, es lentitud, es gozo de la mirada
es inocencia y  madurez, es invisible a veces y también
la voz que pocos tendrán. 

Conquístame natural, sin poses de poeta y seré para ti
o para cualquiera. 

Pareció derrotado el infortunado escribano rey
y en el instante que pudo haber enmendado su destino 
dijo: maldita. 

Te reniego, 
hija de tu poeta  madre. 
la
inconquistable, 

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