miércoles, noviembre 15, 2023

“Tengo un cuarto de placer…¿Te gustaría conocerlo?”

 #OdiseasPosmodernas

“Tengo un cuarto de placer…¿Te gustaría conocerlo?”


Hay un meme “Literario” que me encanta, y es una persona con una bolsa de mandado pero no está en el mercado está en un puesto donde se venden libros, allí pronuncia: “Por favor me da dos kilos de Cortázar, uno de Borges, medio de Elena Garro y un cuarto de Sabines”. 


Está también otro donde una boca le dice al oído, “Tengo un cuarto de placer…¿Te gustaría conocerlo?”, y se ve una biblioteca repleta de ejemplares. 


Uno más, están 5 libros en el patio, y ven llegar a un sexto, pero cada tiene una etiqueta que  dice “sin leer”, y es el sexto recién llegado tiene una etiqueta con la leyenda “libro nuevo”. 


En una presentación de Monica Lavín, en mi oportunidad de preguntar, le dije ¿Qué libro le ha tomado más tiempo leer, esto porque antes que ser escritor, uno es primero lector? Y me respondió que uno de los libros que le tomó tiempo, y que quizá haya sido debido a que no era el tiempo correcto para leerlo es el de “Bajo el Volcán” de Lowry. 


Yo en recuerdo que un libro que me tardé años en leer fue el de Milán Kundera, “La Insoportable Levedad del ser”, primero lo tuve y creo que lo extravié, o lo regalé, pero no lo terminé. Me quedé a las primeras 10 o 12 páginas, y pasados veintitantos años, un día, me lo leí en quizá una semana. 


Otros que están con tiempo excesivo en la sala de espera de que los termine, son unos de Samuel Beckett y Faulkner. Pero esos han de estar muy hasta el fondo o debajo de todos. 


Como con los amores,  no me gusta que se terminen luego, hay libros que llevan acompañándome eternidades, y recurro a ellos en momentos inesperados, pero,  eso no obstaculiza a que siga adquiriendo más, todos los posibles de acuerdo a mi presupuesto. 


Hay varios autores que están esperando, a que los reencuentre, Monsiváis, José Emilio Pacheco, José Revueltas, Inés Arredondo, Elena Garro, Vargas Llosa, pero como dice el dicho, mientras haya vida hay esperanza. 


Pero como soy para leer, soy para escribir, o quizá menos como dijo Lord Peña Nieto, faltan 10, no menos como 5. Estoy en una escritura intermitente de un relato que no sé cuanto tiempo me lleve, por lo pronto ya pasó como un año, y no avanzo, no avanzo porque soy indisciplinado. Porque a mí me gusta leer y escribir, pero no tengo esa presión [Disciplina]de que hay que hacerlo como si fuera trabajo, hay que escribir, o leer porque sí. 


La literatura es como ese espejismo que ves en carretera en días soleados, ves un charco de agua a lo lejos y cuando te vas acercando, no está allí. Es fantasía que como reloj de arena se escurre por una pequeña perforación. 


Cómo lector soy muy infiel, como ese galán que declara en las películas, En cada puerto, un amor. Ahora mismo leo “Un hilito de Sangre”, pero también “La muerte de Artemio Cruz”, además “Constancia y otras novelas para vírgenes”, y “Querido Hijo: estás despedido”, “Un viejo que leía novelas de amor”, “Las genealogías”, “De amores y otros cuentos”, “Escritos de un viejo indecente”, “Música de cañerías”, “La senda del perdedor”, “Así se escribe un cuento”, estos impresos, ahora en pdf, ni se diga. 


 Me gustan más los libros impresos, porque se disfruta la textura, el armado, el tamaño, la composición, la estética, hay un gran placer en poseer un nuevo libro. Si me quieren complacer, pónganme un libro enfrente. Podría estar en mis manos de inmediato en la antesala de los que llevan décadas en esa espera. 


No es un trastorno, ¿O sí?.  



#EsdrasCamacho


No hay comentarios:

Publicar un comentario