Una sonrisa significa mucho.
Hay quien no sabe reírse, ni de sí mismo, ni de algo. Si hicieran
un recuento de las veces que rieron sería solo cuando nacieron y un día le
hicieron mohines y/o cosquillas. No sé
que representan, solo sé que se percibe el temor, el rechazo, la apatía, el
desinterés. Un rostro inexpresivo es una fortaleza. De esos ocupan para cobrar
a los deudores o para atender en las ventanillas de instituciones burocráticas.
Reír no le es necesario, porque pierden la compostura, la
seriedad, la autoridad.
Estoy seguro que rieron, que, en la vida, no muchas, quizá,
pero si algunas ocasiones experimentaron ese placer, algo les hizo saber que era
ilegal, inmoral o que engordaba, porque dejaron de hacerlo.
Cuando trabajé en una institución educativa de mucho caché,
catego y alcurnia en Tuxtla Gutiérrez, se distinguió una niña estudiante de bachillerato
que, aunque tuviera muchas ganas, no reía, para molestarla sus compañeros
parodiaban distintas escenas de películas o superhéroes, payaseaban y ella
incólume pasaba de largo. Un día en que revisaba sus tareas, me dijo que no
reía porque no quería que le salieran arrugas, y por eso cuando era inaguantable
sus ganas de reír, lo hacía con la comisura de sus labios en forma de o,
diciendo oh oh oh oh oh. Cuanta tortura.
También por esos años, una compañera de trabajo, inteligentísima
en la universidad, andaba siempre con el ceño fruncido, amargueaba cualquier desliz
o intento de cotorreo, fuese del color que fuese.
Hay otras que son como edecanes de agencia de autos
deportivos, enzapatilladas enseñan el talle largo, la esbeltez de las
costillas, la cimentación de sus tobillos, el torax erguido y combativo, y la
boca cerrada a niveles caricaturescos, como si le hubieran dicho que en boca
cerrada no entran moscas.
¿Qué necesidad de andar siempre serios, porqué actuar como
busto de yeso de héroe de la independencia?.
No me las imagino bebiéndose una cerveza, viendo una
película o haciendo el amor con esa cara, ¿Por qué entonces parece que es la
única que tienen todo el tiempo?
También hay hombres malencarados que atemorizan, ahuyentan a
aquellos ingenuos que desean interactuar, cuando es muy necesario responden con
esa mala cara que grita, además soy malo.
Me acuerdo del grinch. El Grinch (película de 2000 protagonizada
por Jim Carrey) El Grinch no reía porque su corazón estaba dos tallas más
pequeño, lo que simbolizaba su falta de amor y empatía. Vivía lleno de
resentimiento y amargura. Su incapacidad para comprender y compartir la
felicidad de los demás lo mantenía atrapado en un ciclo de soledad y
negatividad.
Yo procuro reír porque es saludable. Se reduce el estrés, se
fortalece el sistema inmune, se generan vínculos con otras personas, estimulas
el cerebro y el corazón. Rio, aunque sea fingido.
Y también hay gente a la que le gusta la marihuana. Porque hace
reír.
Me han dicho.
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