jueves, febrero 08, 2024

¿Sabes porque me gusta viajar?

¿Sabes porque me gusta viajar?

 

Yo recuerdo aquel texto que decía que un día la muerte decide ir por una persona y viaja en tren, pero debía volver a cierta hora, porque no había más que dos corridas a horas precisas. Descendida, la muerte va a donde debería encontrarse Francisca, pero ella se había ido a sus cultivos, sabedora de que tiene aún buen tiempo para cumplir su trabajo se encamina con paciencia a buscarla, pero cada que llega a ese lugar, Francisca se ha ido. Así fatigada al final de su jornada y cansada, vio su reloj y prefirió irse antes de que la dejara el tren y Francisca despreocupada continuó ajetreada en sus quehaceres.

 

Asi pienso yo debo de estar siempre, por eso me gusta viajar, y escuchar mientras tanto en mi mente el estribillo de: “Volando vengo, volando voy Deprisa deprisa a rumbo perdido, Cuando me buscan nunca estoy. Cuando me encuentran yo no soy” de Manu Chao.

 

Amo viajar, pero si por razones de tiempo y economía no me es posible, juego a viajar.

 

¿Cómo es eso?

 

Sal de casa, mira como si hubieses vuelto de un largo viaje, como si no reconocieses fácilmente la calle donde vives, explora cada detalle, color y sombra de la arquitectura. Explora y descubre los sonidos cotidianos, como si fueses un visitante. ¡Eso es!... ¡Estás de vacaciones en tu propia ciudad!

 

Es mi truco. A veces en la llamada que me hace un conocido,

- ¿Dónde andas?

Les respondo:

- “En la frontera”.

 

 Funciona siempre, creen que estoy en los límites de un lejano lugar, pero estoy a veces entre el jardín y la terraza, o en la banqueta, pero siempre estoy en la frontera, en la frontera de la vida y la muerte. Yo sé eso, por eso me voy de viaje, (salgo de vacaciones) aun sin que use transporte público, yo estoy viajando como el viento, desde mi asiento frente a mi computadora, o andando entre el gentío.

 

 A la distancia de lo conocido, se le toma interés. Cada lugar visto es un conocimiento añadido. Tienes en tus recuerdos varios episodios, y cada uno es una biblioteca de vivencias, de sabiduría.

 

Si viajas, si caminas, si te mudas, emulas a los antiguos, los nómadas, los migrantes, los que, por razones de violencia, trabajo o antojo, cambiaban de lugar y residencia.

 

Además, cuando llegas a cualquier lugar, eres el extraño, la novedad, todo fascina.

 

Viajar es renovarse, como si pudiésemos, desprendernos escamas de nuestra piel, como las serpientes y adaptarnos a lo que sigue, el cambio constante.

 

 Recomiendo viajar, irse, moverse, jugar, bailar, soñar, ser inquieto. Cuando la muerte llegue a visitarles, se le haga complicado encontrarles. 

 

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