jueves, febrero 15, 2024

No consumo terror

 Platicaba yo, que no me gusta el terror. 

¿Qué necesidad de sufrir?

Al parecer hay una descarga de adrenalina que necesitan, cierto estrés placentero. 


Supongo es un ensayo, por si pasara en la realidad. Pero el hecho es que la mayoría de las cosas negativas y apanicantes que vemos en las películas o leemos en los libros no pasan. ¿Entonces?


  “No consumo terror, y llevo años sin tener ninguna pesadilla”, me dice mi hermana y coincido plenamente, no sé soñar feo. 


Tampoco me subo a los juegos mecánicos que zarandean y desde las alturas provocan vertiginosas caídas. 


Una vez, entré a la casa del horror en la feria, y no lo disfruté. 


Mis ancestros vivieron situaciones de alta peligrosidad en realidad, que no me dejaron nada, para ese tipo de emociones. 


Leyendo sobre los efectos de la atracción al miedo, descubro que tienen un “subidón” de placer, como un triunfo después de correr o ser campeón en los combates. 


Dicen que el miedo es estimulante, pero suficiente estímulo tengo yo con mis deudas. Guardo mis reservas de dopamina para euforias distintas. 


¿Servirá de algo entrenar con tu sombra, si no eres boxeador? 


Además, por ahí dicen que es muy cierta esta frase: El temor es como un imán que atrae hacia a ti todo a lo que tú le temes. Entonces si no lo quieres, no lo ensayes. 


Punto menos a lo fatal.  Yo puro namaste a  la belleza.  


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