*Fragmento
[Se escucha el jadeo del cansancio extenuante de una persona, es un jadeo persistente, las pisadas sobre la tierra. Solamente un haz de luz muestra las siluetas de hombres ascendiendo.]
- Franco: Y no hubiera sido mejor que viniéramos a medio día don Fausto, o un poco menos temprano.
- Fausto: Imagina que, al llegar a la cumbre, te esperan todos los placeres que conocerás en esta y en la otra vida.
- Franco: […] Oiga y porque no pude traer mis cámaras de fotografía, ¿Cómo voy a dar a conocer el lugar?
- Fausto: No lo darás a conocer.
- Franco: y ¿Por qué traemos un manojo de ocote y un galón de petróleo, ¿que no hubiera bastado unas lámparas de mano?.
- Fausto: […]
- Franco: Don Fausto, ¿falta mucho?, ya me estoy mareando del cansancio
- Fausto: […]
- Franco: ¿Y, por qué no trajimos bestias de carga, o caballos, que no se pueden rentar?, ¡yo traigo para pagar!
- Fausto:[…]
- Franco: ¿Y como a que hora iremos a regresar?
- Fausto: ¿Por qué te preocupa la hora de regreso… te espera alguien o tienes algo más importante que hacer?
- Franco: […] ¿Pero de verdad conoce el lugar don Fausto?
- Fausto:[…]
- Franco: ¿Por qué no me respondió don Fausto y hace rato tampoco lo hizo?
- Fausto : ¿De verdad quieres conocer el santuario?
- Franco: ¡Claro, que quiero! sí.
- Fausto: Entonces camina. Tú sabes que en el pueblo a quien se pasa la vida preguntando ... tú sabes ¿cómo le apodamos?
- Franco: ... No
- Fausto: El mudo. ¡Quiere decir cállate!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario