Una rata, sufre una crisis, no existencial, ni económica, así nomas una crisis, digo sufre, porque la padece. La rata se cree inteligente, como todas las ratas. . . pero no puede dejar de tener la crisis, porque no sabe de otra condición, las demás se lo han dicho todo el tiempo; "estás en un laberinto bien sencillo".
Esta rata, supone que las demás también tienen algo similar, y que al no poder resolver la suya, se entregan con pasión a componer la conducta de las próximas.
Una vuelta, un descanso, un tentempie, un almuerzo, una ida al cine, una lectura, el trabajo, el mundo y vuelta a su propio laberinto.
La deportista, le dice, que furor.
La diseñadora, que facha.
La Psiquiatra, que negación.
La artista, que pasión,
La administradora, que desperdicio
La doctora, atención con tu hígado.
La licenciada, eso puede ser usado en tu contra.
La optimista, intenta otra vez, estoy segura lo puedes hacer mejor
La pesimista, es nuestro destino, para eso estamos aquí.
La política, resiste compañera, venceremos.
La comunicadora, que todos se enteren.
La religiosa, arrepiéntete pecadora!.
La humana, pobre rata.
Y así, continuamente, sin haber ningún cambio, con cada generación.
Como en cada historia, al final la rata muere
y dicen.
tenía que ser
por su gusto
sucedió
En su epitafio se lee:
"espero con mi actitud haber dejado una lección"
Sus descendientes dirán
ni duda, taba deschavetada.
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