lunes, septiembre 30, 2024

El arte de la seducción

 El arte de la seducción

 

“La persona totalmente satisfecha es casi imposible de seducir”.  Es una de las lecciones que comparte el escritor Robert Greene “El arte de la seducción” uno puede reinterpretarlas según su conveniencia.

 

Este libro es un compendio de observaciones a lo largo de la historia en la que se observan hechos reales de personajes reales, intentando descubrir las motivaciones que tuvo el seductor para tener éxito.

 

Para mí la seducción se resume en quien es capaz de sonreír con autenticidad.  Ahí podemos leer detalles biográficos de Cleopatra, John F. Kennedy,   Andy Warhol, Evita Perón Napoleón Bonaparte entre otros grandes personajes de la historia del mundo. Lo leí como se lee cualquier libro, por entretenimiento, no porque deseara convertirlo en el libro de cabecera. O, tal vez no.

 

Robert es un periodista que ha hecho del tema de la persuasión, estrategias y poder su nicho, es ahí donde se explaya con sobrada capacidad para narrar las posibilidades de conocer y aplicar el cumulo de esos saberes.  Si el seductor emplea recursos violentos, fallará en el intento. Ganarse la confianza requiere de un su poco de gracia y otra cosita.

 

Todos conocemos a un perfecto seductor o seductora, tienen además de rasgos físicos atractivos, un complemento emocional extraordinario, es ese casual “no sé qué”, que las personas encantadoras poseen. Cualquiera puede esmerarse en convertirse en fascinantes, pero pocos en realidad lo alcanzarán, sobre todo cuando se carece de otro factor clave: La autenticidad.

 

Por sentido común todos hemos empleado quizá inconscientemente alguno de los recursos que nos revela, ¿Cuáles?

a)       Hacer sentir bien a la otra persona, hacerles sentir especial. Halagar los talentos y la belleza del otro genera conexión única.

b)      Rompe la rutina. Los atrevidos, los desafiantes, los que se brincan las trancas, son interesantes por esas mismas razones.

c)       Genera intriga: Esta es la base de sherezada en el libro “Las mil y una noches”, no entregues ni revele todos tus trucos a la primera.

 

Es imposible no comunicarse, estamos de forma continúa expresando nuestros pensamientos, sensaciones y emociones, las comunicamos, al hablar, al vestirnos, al caminar, al movernos, en todas las acciones, la vida es comunicación. Estamos dando a conocer nuestras necesidades y expectativas. Él que sabe leer eso, nos gana, nos conquista.

 

A mí me han querido ganar con placeres ordinarios, yo marcando distancia, me aseguro de resistir, no me vendo, tan fácil. Digo... Aunque ¡Todos tenemos un precio!

 

¿Por qué soy tan difícil?, porque mis placeres son inefables.

 

Todos tenemos un talón de Aquiles, tú decides si lo evidencias o lo oculta. Exhibirlo es una opción, ocultarlo también.

 

¿Conoce sus puntos débiles?

 

#EsdrasCamacho

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