El arte de la seducción
“La persona totalmente satisfecha es casi imposible de
seducir”. Es una de las lecciones que
comparte el escritor Robert Greene “El arte de la seducción” uno puede
reinterpretarlas según su conveniencia.
Este libro es un compendio de observaciones a lo largo de la
historia en la que se observan hechos reales de personajes reales, intentando descubrir
las motivaciones que tuvo el seductor para tener éxito.
Para mí la seducción se resume en quien es capaz de sonreír
con autenticidad. Ahí podemos leer
detalles biográficos de Cleopatra, John F. Kennedy, Andy
Warhol, Evita Perón Napoleón Bonaparte entre otros grandes personajes de la
historia del mundo. Lo leí como se lee cualquier libro, por entretenimiento, no
porque deseara convertirlo en el libro de cabecera. O, tal vez no.
Robert es un periodista que ha hecho del tema de la
persuasión, estrategias y poder su nicho, es ahí donde se explaya con sobrada capacidad
para narrar las posibilidades de conocer y aplicar el cumulo de esos saberes. Si el seductor emplea recursos violentos, fallará
en el intento. Ganarse la confianza requiere de un su poco de gracia y otra
cosita.
Todos conocemos a un perfecto seductor o seductora, tienen
además de rasgos físicos atractivos, un complemento emocional extraordinario,
es ese casual “no sé qué”, que las personas encantadoras poseen. Cualquiera
puede esmerarse en convertirse en fascinantes, pero pocos en realidad lo
alcanzarán, sobre todo cuando se carece de otro factor clave: La autenticidad.
Por sentido común todos hemos empleado quizá inconscientemente
alguno de los recursos que nos revela, ¿Cuáles?
a)
Hacer sentir bien a la otra persona,
hacerles sentir especial. Halagar los talentos y la belleza del otro genera conexión
única.
b)
Rompe la rutina. Los atrevidos, los
desafiantes, los que se brincan las trancas, son interesantes por esas mismas
razones.
c)
Genera intriga: Esta es la base de
sherezada en el libro “Las mil y una noches”, no entregues ni revele todos tus
trucos a la primera.
Es imposible no comunicarse, estamos de forma continúa
expresando nuestros pensamientos, sensaciones y emociones, las comunicamos, al
hablar, al vestirnos, al caminar, al movernos, en todas las acciones, la vida
es comunicación. Estamos dando a conocer nuestras necesidades y expectativas. Él
que sabe leer eso, nos gana, nos conquista.
A mí me han querido ganar con placeres ordinarios, yo marcando
distancia, me aseguro de resistir, no me vendo, tan fácil. Digo... Aunque ¡Todos
tenemos un precio!
¿Por qué soy tan difícil?, porque mis placeres son
inefables.
Todos tenemos un talón de Aquiles, tú decides si lo
evidencias o lo oculta. Exhibirlo es una opción, ocultarlo también.
¿Conoce sus puntos débiles?
#EsdrasCamacho
No hay comentarios:
Publicar un comentario