lunes, abril 08, 2024

La literatura como refugio

 

Construimos casas para guarecernos de las inclemencias del tiempo. Una casa proporciona descanso, seguridad, esparcimiento.

 

Es un espacio seguro el hogar, sea del color y el tamaño que sea.

 

Cuando sentimos una amenaza, pensamos en llegar a casa, añoramos el ansiado momento de encontrarnos en la comodidad de la casa.

 

Hay un espacio personal. Sin ser conscientes de ello, tenemos un lugar preferido, puede ser un pasillo, un jardín, la sala, el comedor, la cama, un sitio dónde se puede encontrar la conexión consigo mismo y con el entorno.

 

Ahora un ideal para cualquiera es estar a la sombra de una palmera, en una hamaca, con un coco en la mano, mientras el sonido del viento le acaricia o le despeina, a todos nos gusta esa paz.

 

Debido a la vida acelerada a la que nos ha conducido la modernidad, ya nadie tiene espacios de paz. Con la aparición de la vida digital la sociedad tampoco se permite estar aburrida, cliqueamos con obsesión algo que nos libere del encierro de la ansiedad, la paciencia se ha esfumado y el aburrimiento está por jubilarse.

 

Dedicamos varios minutos e incluso horas durante el día a asomarnos virtualmente a la vida de otros, a los temas supuestamente divertidos, que nos alivie del aburrimiento, pero que en opinión de científicos sociales, el aburrimiento siempre ha sido generador de curiosidad, y la curiosidad a su vez, detonante de descubrimientos, innovaciones e inventos sorprendentes. 

 

La capacidad de asombro nos ha rebasado, hemos visto o escuchado todo tipo de situaciones dramáticas. Nos hemos convertido en sujetos adictos a las emociones, y cuando esas emociones generadas por la adicción a la vida digital, dejan de estar sufrimos, porque ya no sabemos qué hacer con tanta realidad.

 

Demasiada realidad es un peso insoportable para cualquiera.

 

Por fortuna existe la literatura.

 

La literatura nos conduce apaciblemente a la paz, o intensas emociones, siempre desde un lugar seguro, la ficción.

 

¿Cómo llegar a la literatura?, ¿Cómo refugiarse en ella?.


*Buena pregunta… ¿eh?. Pequeño conflicto en el que me he metido reflexionando estas preguntas.*

 

Si la realidad te parece de un peso insoportable, está la literatura para resistir.

Si nos sentimos discriminados por la élite, está la literatura para consolarnos.

Si nos aburrimos, está la literatura para reinventarnos.

Si nunca descansamos, está la literatura como terapia.

Si nosotros mismos no nos toleramos, está la literatura para respetarnos.

Si, del alma parece que enfermamos, está la literatura para refugiarnos.

Si del mundo estamos extraviados, está la literatura, siempre está la literatura.

 

Y ¿Cómo llegar a la literatura.

 

Como se llega a disfrutar de la belleza de un atardecer, como aspirar brisa fresca, como bañarse en aguas cristalinas, cómo estar bajo la palmera de cocos en una hamaca, se llega llegando.

 

Los animo y les convoco a apagar de vez en cuando la vida digital, y encender la literatura.

 

Encender el hábito de leer, es conocer a un amigo silencioso y amable. 

Un placer embriagador que no marea.

Un amor que no es tóxico…intenso y alegre todo el tiempo.

Una casa segura, pero con las puertas abiertas.

Salud!.

 

#EsdrasCamacho

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