martes, enero 14, 2025

Salud Guillermo.

Piensa en Cafe. 


A lo largo de tu vida ¿cuántas tazas, cuántos litros, cuántos sorbos cuentas?. 


Hay una buena reputación en torno a esta bebida, es aceptable, bien vista, es inspiradora. 

Es común. 


Teníamos una plática pendiente con Guillermo. ¿De qué podemos hablar con Guillermo?… de nada y de todo. 


Me encanta eso: “De nada y de todo”. No hay cosa que me generé estrés que el de tener una formalidad, una citación, en la que se tenga que argumentar, debatir, confrontar. ¡No!, la charla en sí misma es una convocación a consentir el alma. Andar por vericuetos verbales, abrir la inspiración propia para contagiarse de la otra.  En ese sentido, con cualquiera puedes tomarte una taza de café, pero no tendrás la misma experiencia. 


Yo he visto poco a Guillermo, poco insisto por nuestras ocupaciones. Nuestros intereses coinciden, la política, la sociedad, la ciencia, el arte, pero no nuestros tiempos y espacios. Sobre todo, ahora que él está en Comitán. 


Hay quien cree que la diferencia generacional es un abismo, yo no veo porqué, y tampoco creo en diferencias. 


De botepronto me dice: “no me junto con aquellos que con nostalgia expresan: en mis tiempos… en mis tiempos, mientras suspiran ¡Si estás vivo, estos son también tus tiempos!” Y asiento, porque esas simplezas son simplezas filosóficas lapidarias. Aquellos que creen que se entienden mejor con los de sus tiempos, están finteados, no tiene porque ser, ni no ser. 


Guillermo es ingenioso. Me revela su secreto… está siempre asociándose con jóvenes. Y, yo entonces le preguntó ¿Qué haces asociándote conmigo? Sabio responde: “La persona que es entusiasta, propositiva, la que sueña, planea, crea y transforma, siempre será joven, no se trata de la piel, de los huesos, se trata del espíritu, ambos somos jóvenes”. 


En algún momento me inquietaba que podríamos hablar con Guillermo, un hombre que ha dedicado su pasión al estudio de la sociedad, ha arrastrado la pluma para desentrañar el comportamiento del electorado votante, ha analizado y dilucidado las teorías sociales para diseñar estrategias de marketing político, a lo largo de su trayectoria me indica, ha obtenido el triunfo en 79 por ciento de las iniciativas que ha emprendido. 


Hablamos de todo y de nada, nunca nos pusimos serios, nunca hubo un silencio, ya al filo del cierre de la cafetería le digo:

Si te dieran elegir ¿Qué errores de tu pasado corregirías?

Ninguno, Estoy satisfecho, reconciliado y agradecido con todos. 


Sonriendo le estrecho como en un brindis, la sexta de las 7 tazas de café que nos bebimos esa tarde. 


En el momento no lo entiendo, ya después mascullo un pensamiento, con cualquiera puedes tomar café, pero no con cualquiera tendrás la misma experiencia. 


¡Salud Guillermo!


#EsdrasCamacho

14/01/2025


jueves, enero 09, 2025

¿Por qué tengo que tener metas?

Me hicieron la pregunta y, yo a su vez se la he hecho a mis conocidos, ¿Qué planeas para el futuro cercano?, que metas visualizas, que deseos estableces… y, yo así con la sorpresa enfrente y a 180 grados, ¿De qué, para qué, por qué? ¿Por qué tengo que tener metas? Eso es únicamente para los administradores o empresarios, creo.


Después de mi cara de circunstancia y siguiente evasión de responsabilidades, pasé a hacérselo a mis conocidos, y pasó lo que esperaba que pasara. De diez, nueve no tenía manera de responder o no tenía planes, ni propósitos, ni deseos, anhelos, ilusiones, o enfoque de nada. Y creo que es cultural, los latinos andamos así todo el tiempo: a la deriva. 


No es culpa nuestra. ¿O sí?, pero nos gusta que las decisiones importantes las tomen otros. Evítennos la fatiga de pasar por allí. 


Aunque pensándolo mejor, si, ¡si tenemos metas!, pero somos callados, introvertidos, meditabundos. Tenemos temor de que no se cumplan, por eso no las expresamos, o nos la guardamos para evitar el robo o la vergüenza. 


Y como sea, siempre decimos lo que todos dicen, ahorrar, estar saludable, bajar de peso, casarme o divorciarme. Lo difícil o fácil es personal. 

 

¿Qué se espera del año, o que se podría esperar de nosotros mismos? Un propósito es un deseo, una ilusión una meta. 


A veces una querencia, queda en solo quimera. ¿Cuándo pasa a la realidad?


Del año, espero se comporte a la altura de las condiciones. Nada de pandemias… aunque las pandemias como los juegos olímpicos o los mundiales deportivos son cada cuatro años, y… la anterior fue en el 2020. [Caramba!]. 


Ok, sigamos. 


El año traerá revelaciones, como todos los años, en sí lo que espero es que juegue limpio, honesto.  Sobrevivir se ha convertido en un triatlón o salto de obstáculos parecido a los que televisan en distintas plataformas de streamings, o como el juego de Turista Mundial, en el que tiras los dados y cobras o pagas impuestos a cada paso que das. Espero que el 2025 no nos traiga excesivos impuestos, con eso. 


Espero que pueda coincidir con gente amable, visionaria, empática, simpática, sencilla, honesta, que no aparezca ningún vendedor de espejitos que embauque incautos, que no se aparezcan bufones, impostores, embusteros en mi camino. 


Divertirme, consolarme, inspirarme, enamorarme, ayudar y hacer feliz a alguien, algunos o algunas, sin daños a terceros. 


Que lleguen a mi vida, tantos libros como personas, tantas personas como libros, con argumentos interesantes, con perfecto equilibrio de drama, comedia, filosofía y humanismo, que nos haga pasar emocionantes momentos de placer, sin caer en el pecado o en el delito. [ja ja]


Mantenerme en el juego, estar en la jugada. 


Amar. 


Estar. 


#EsdrasCamacho

09/01/2025