miércoles, septiembre 18, 2013

My ex - Cel


Este quince de septiembre, regresé de mi empleo.

Ya me esperaba para cenar mi pequeño Halyl, pero tuve que salir por un mandado.

Como siempre hizo un mohín de disgusto y no solo eso, puchero con berrinche y todo.

Le dí mi cel, no sé bien porqué, creí que sería una promesa de que volvería pronto.

Nunca lo ha hecho, pero va evolucionando sus formas de llamar la atención, lo tiró en la lavadora.

No es que me llamen mucho, no es que yo lo utilice sin mesura.

El cel me sirve como despertador, como agenda.... el otro día descubrí que puedo hacer archivos de texto de ahí y enviarlo a una impresora con bluetooh.

Una aplicación muy explotada es la de grabadora de voz, cuando hago entrevista o capto sonidos ambientales.

La cámara también, ahí tenía fotos que me han compartido algunos cotactos y otras imágenes de gran significado personal.

Además el whatsapp, que tanta ansiedad me estaba generando últimamente.

Es útil, pero ese día más.

Me hablarían de la empresa para la que prestaría mis servicios como moderador de un evento social.

Y no apareció, por ningún lado.

Ese día también había sufrido un retraso en el plan, pues el carro dejo de funcionar  y  tuve que caminar para llegar a destiempo.

Hubo un disturbio, un grupo de personas fueron violentadas en su derecho a la protesta y fueron dispersadas con gas lacrímogeno.

Me buscaron también para saber de mí y nada.

Por la mañana, me contacta un ángel y no tuve whatsapp para responder.

Eso es lo que pasó.

Recuperé el chip.

El cel, no soportó 15 segundos en el horno de microhondas y terminó de expirar.


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