jueves, julio 04, 2013

Los "amigos" libros


Robar un libro, gran delito y pecado para el 99.99 del total de la población del mundo mundial, excepto para mi.

Sustraer un ejemplar, quizá le haga daño a la sociedad, o quizá no.

Tengo con respecto a este acto indiferencia.

Esa recurrente queja de que no presto un libro porque no regresan, no funciona conmigo, en caso de ser yo el prestamista, no espero devolución. Iba a escribir sobre los libros que me han dado prestado... pero no he tenido muchas experiencias de ese tipo.

Recuerdo varias tardes visitando la sección infantil de la biblioteca de mi natal pueblo. Me habían inscrito en los talleres de música en la casa de la cultura y justamente enfrente se hallaba la biblioteca. Yo tenía cierta inclinación hacia la lectura, pues aunque no recuerdo haber visto leyendo a alguien en casa, si sobraban los libros de todos los temas.

Mi regalo del cumpleaños número diez, fue "La isla del Tesoro" versión adolescentes. Libro que no terminé, quizá por la presión de leerlo para agradar a mi mamá.

¿Libros que han marcado mi vida?

Pareceré Peña Nieto....
El libro del Eclesiastés
Juliette del Marqués de sade
La biblia de Rius.

Muchos libros que en su momento me han dado emociones, hoy están dispersos no físicamente, sí en el espacio que habitan mis neuronas.

Antes no era como hoy, que a temprana edad a los estudiantes se les ofrece el catalogo de carreras para que eligan según sus simpatías, la mejor.

Pero yo debido a que tuve cercanía con los libros, pensaba que cualquiera que fuera perteneciente a las ciencias sociales; Historia, Sociología. O a las humanidades, Teatro, literatura. Elegí Ciencias de la Comunicación, por ser la más parecida a lo que era.

Mi padre entregaba el periódico a los suscriptores, por el simple hecho de ser el intermediario, yo pensaba que era periodista, y es que pienso mucha gente creía eso también.

Mi mamá, me contó que una de sus tías, le dijo que tenía aptitudes para la locución por su facilidad de palabra y correcta pronunciación .

Con esos elementos, yo supe que podría realizar lo que ellos ilusoriamente hicieron.

En la universidad se encargaron de decirme que un comunicólogo debía de tener completísima cultura general... eso no era ningún problema: me gustaba la lectura. (me gusta)

Conocí a un maestro que un día después de desayunar dijo: "Vamos a robar libros".-

Me quedé con los ojos abiertos y pensando, pensaba que no me caía tan bien este amigo, pero me cae mejor.

Robar libros de las bibliotecas capitalinas, no era cosa sencilla. Pero mi maestro tenía estilo.

Lo esencial, templanza.

Cuando hojeaba alguno y descubría que nunca había sido siquiera abierto, que desde el desempaque hasta la colocación en el estante no había en sentido figurado,perdido su virginidad,  nadie ni siquiera por accidente había quitado la envoltura de celofán, me conmovía, me insparaba deseo de adoptarlo, sacarlo de ahí, volverlo libro de a deveras.

Tengo libros de algunas bibliotecas públicas, es quiza trama de alguna película, guión de cine o argumento de cuento. Deseaba (deseo) tener un ejemplar de -por lo menos uno- de cada biblioteca existente en el mundo.

Los libros para serlo, deben dejar de estar en el limbo, en su soledad se desgastan si no los abres, si no los hueles y lees. Tal vez haya quien coincida conmigo, los libros son amigos que desconocemos lo bien que nos pueden transformar para ser mejor persona.

Sobre los libros y - la cada vez menos practica de su hurto - , hay algunos típicos chistes.

*
— Estoy leyendo un libro que se llama "La honestidad y otros valores".
— Wooow, ¿Dónde lo compraste?
—Me lo robé de la biblioteca.
*
  • -La mujer está leyendo un libro y le dice al marido: -¡Qué descaro! ¡Qué descaro! ¿Te quieres creer, Eusebio, que un tal Pablo Neruda ha publicado un libro copiando las poesías que me escribiste cuando éramos novios?

*
¿Por qué se suicida un libro de Matemáticas? - Porque tiene muchos problemas

Entre otros muchos claro.

Es genial tener un libro, - un buen libro- es la realización de una tarea de bondad (sobre todo los de ficción), aportar a la humanidad conocimiento y diversión, auténtico entretenimiento.

Tener un libro  y leerlo es tener libertad, esa que todo revolucionario añora, la de  pensar mejor para vivir feliz.

Confieso, no he tenido una gran "Vida social", muy de vez en cuando conozco a una persona interesada en leer no por presunción o por escalar en la meritocracia burocrática, esa gente me cae super bien, aunque solo nos reconozcamos y continuemos nuestro camino.

Tengo algunos libro, no míos, a salvo de la indiferencia de aquellos que pudiendo leer no lo hacen, cometiendo así el pecado de ser consciente y estar a gusto con la ignorancia.

Saludos a los lectores de todo tipo.