domingo, octubre 28, 2012

TODO


¿Quién dijo que no pasa nada?


Uno escribe de lo que siente, pero también de lo que imagina.

En estado natural (medianamente inteligente), señala lo contradictorio que resultan algunas canciones cursis como esa de "COMO, quisiera poder vivir sin agua.... me encantaría, quererte un poco menos".

Pero toda la listeza y listura se va por el desague cuando el sujeto (o sea yo) padece de un mal incurable... ah y lo peor, el estigma aceptado, - porque no es quien para refutar y contradecir- de que se es un dramático.... ash, asi nomás, uuuuuuugh gancho al corazón pero aguanta vara.

Es pues, que si para ser absolutamente listo, renuncio a la ternura, prefiero quedarme sonzo; de lo que hablo no es tanto de ineligencia, - ya que hoy día tanta gente presume su estrellita en la frente, por eso mismo-  de lo que yo hablo y es absolutamente diferente es de la fenilanina, oxitocina, dopamina, endorfina, epinefrina, las drogas de la felicidad y que solo conozco una forma de obtenerla, siendo sensible al amor, ferviente practicante de lo que lo atrae.

Me endemonia, pensar que estoy incompleto, - si me falta la audacia, pienso - y eso, a estas alturas de la vida, así ya me quedé.

¿Que no pasa nada?

Caramba; concierto de penumbras, añoranza de lo no ocurrido, lo no dicho, lo mal interpretado, lo equivocado, lo humano, lo imperfecto.

Que si es mi gusto... no lo creo, más bien creo, es mi condena.

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