jueves, mayo 31, 2012

SUEÑO

-COMO TE LO CUENTO?
yo sé que no te provocará alguna emoción, pues como ser éterea e insasible que eres, todo lo referente a la tierra te es ajeno.
Por alguna razón desconocida, volvió tu recuerdo a mi, con la misma nostalgia, aunque ya no con la intensidad de los primeros años, aún asi, hace dos semanas, escribí que significas lo ideal, la connotación exacta de lo que canta JOAQUIN SABINA.

-¿QUE SE NECESITA PARA ENTENDERME?
seguramente mucha ingenuidad, una gran dosis de (como decía el buen Erasmo de Rotterdam) ESTULTICIA.-.- ocurre que un día escogí quedarme en ese estado de zombie ante las emociones que dan la convivencia con los otros, los que no son igual que yo.

A veces me asalta la idea de que redescubrirás mi existencia, de que me tomarás el hilo conductor de mi locura, algo contradictorio y paradójico, asi soy. Esto es pedir demasiado.

ocurrió pues ayer, 7 de marzo, o quiza fue hoy 8 por la madrugada. Dormía placidamente en la parte que me corresponde en la cama, la comparto con ella, con mi pareja, aunque en el sueño uno se pertenece a uno mismo, uno vive de nuevo un mundo propio en el sueño, eso lo han aclarado los neurólogos, psicólogos y estudiosos de la conducta humana, el sueño es liberador, es quiza la única libertad de la que somos total y absolutamente propietarios vitalicios.

Asi pues, que la gloria de mis sueños ocurrió, hoy, yo hoy le otorgo el OSCAR de los sueños, ya que te encontré, en Tuxtla, en donde nos conocimos, estábamos en una presentación o convención de algo, había mucha gente, me parece fue la biblioteca universitaria, entonces así de sopetón nos vimos y yo insistí en que dudaba que fueras realmente tu, pues algo han de haber hecho los años con nuestra figura, aunque en esencia se percibía los rasgos físicos característicos, los pómulos duros, como melocotones despuntando a la primavera, tus ojos semiorientales, dos almendras. El azabache de tu cabello corto y en si todo ese perfume que te envuelve.

Me dijiste que al igual que yo dudaba que fueras tu, tu también lo hacías para conmigo, si fuí o si soy Esdras Camacho, con desconfianza te sentaste a revisar tus documentos y empezó la platica de contarnos los últimos sucesos de nosotros, de lo que nos entretiene y nos ocupa. Dije que si ni tu eras tu y ni yo, yo, de todas formas, celebraramos el encuentro de dos fantasmas del pasado en el presente. Nuestro encuentro delineó la magia de un poema, nuevamente.

Despúes, llegó mas gente y disminuyeron la intensidad de las luces del salón, nosotros cerramos nuestros libros y nos fuimos a sentar a la primera fila de las silla acomodadas frente a una pared que fue la pantalla para el proyector de películas, que los estudiantes y maestro verían en ese momento. El maestro amablemente, nos ófreció una disculpa y agradeciendo nuestra actitud, nos invitó a sentarnos, al tiempo que apagó completamente las luces.

Cómodamente -como es un sueño pues- nos quitamos la ropa y zapatos, quedando cada cual en boxer, yo en boxer y tu en boxer y bra. No sé si todos, solo se y eso me importaba más tu y yo atrevidamente cuasidesnudos, cubiertos por una franela.

Te moviste hacia otro asiento, pegado al instructor y yo me quedé triste, pero al momento me invitaste a moverme junto a ti. Allí me guiaste hacía el centro de tu cuerpo y mis dedos conocieron el éxtasis de surfear entre la cúpula del placer, decir que mis dedos se extasiaron es inapropiado, porque no fueron ellos, sino yo, que estaba henchido de goce, si todos estos años, once para ser exactos, me castigaste con tu ausencia, todo estaba olvidado, todo lo valía ese acto, el hecho de vengar nuestro destino con ese momento.

Mientras pasaba, lo que pasaba, pensé ¿que pasará despúes?. Presentía que te marcharías sin mas, sin explicación me dejarías por espacio de otra década. y eso ya me anticipaba el dolor, pero por otro parte en mi mente había una posibilidad de que a partir de eso, te unirías a mi vida, nos concederíamos otros muchos remansos en donde encenderíamos y apagaríamos ese deseo socavado, morir y vivir a cada instante juntos de verdad.

Claro, que de no ser un sueño, tampoco cambiarías, inasible me pagarías con la misma monedad, llevarte esa magia, arrancarte de donde yo quisiera plantarte, esa es tu consigna, hacerme ver mi suerte sin ti. Me lástima ser tan ingenuo, y a la vez, deseo que me hagas esa maldad, eso es mejor que desconocer tu paradero.

La alarma, cruel y necesaria me ubicó, estaba soñando. Vuelco mis demonios escribiendo garrafas de tinta y las rompo, todo es sobrado, todo es redundante, en cuestión de expresar la emoción infeliz de reconocer que ninguna acción me devuelve la esperanza de econtrarte, de encender de nuevo la paciencia de un dia encontrarte y hacerte ver lo que vales aun para mi, lo que provocas.

No sentí culpa, soñar contigo y dormir con otra, eso de porsi pasa. Hermoso sueño, y otravez mi ingenuidad me hace decir que cuanto gusto me diera que tu también me soñaras y aunque sea aquí (ahí**) nos encntremos.

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