viernes, febrero 13, 2009

Facultad de humanidades

Para los que estudiamos en la Unach Tuxtla Gutierrez Campus VI, seguramente saben quien es SARELLY MARTINEZ MENDOZA, autor del siguiente texto.... del cual coincido en absoluto. .. .

"Una queja cotidiana de mis compañeros profesores es que hoy nos llegan peores alumnos que antes, que no les interesa lo que están estudiando, que no leen, que su indiferencia raya en el insulto. En fin, que es mediocre.

Y me dan mil ejemplos para solidarizarme con sus quejas: que no conocen periódicos, que su única cultura es audiovisual, sacada de la televisión y, en el mejor de los casos de la Internet), que hacen asco y sacan la lengua cuando alguien quiere hablarles de algún filósofo, sociólogo o novelista.

Aunque estén en la carrera, me dicen, desconocen las publicaciones especializadas en su área: ni los aspirantes a arquitectos consultan revisas serias de su disciplina, pero tampoco lo hace el estudiante en comunicación, sociología, pedagogía o letras.

Las quejas se prolongan al infinito en todos los niveles. Los profesores de secundaria o bachillerato confiesan que tienen que hacerla un poco de payasos o humoristas para entretener a 50 muchachitos endemoniados.

El sistema educativo, me lo han repetido veinte mil veces, está destilando mugre (más con Elba Esther y Galíndez) y no es raro que se pierda en las alcantarillas con miras a desembocar en El Sabinal.

No es que desconozca algunos traspiés que padece nuestra educación, pero creo que lo raro en toda la historia de nuestra despiadada raza humana es encontrar muchachos que lo único que deseen es aprender. Lo normal (o quizá fui parte de la primera generación que se indigestó con la educación) es que los estudiantes dediquen la mayor parte del tiempo al ocio, a la alegría de descubrir la vida y al juego.

Había algún profesor que nos sacaba del marasmo y nos enfrentaba con temas que nos interesaba. Recuerdo, por ejemplo, al profesor Motitas de la Secundaria del Estado que nos invitaba a encontrarnos con los libros. Por su culpa leí completito, en unas vacaciones de verano, a El Quijote.

Lo normal, digo, es encontrarnos con muchachos que no se interesen en lo que se enseña en la escuela, pero siempre habrá uno, dos o varios que saben por qué van a un salón de clases. Con ellos es suficiente para establecer un diálogo reconfortante.

Lo que me maravilla es que en esas oleadas salidas de las fábricas escolares haya personas que tengan la vocación y el interés en lo que están estudiando. Son, casi siempre, los que al final darán la cara por su generación, los que transformarán y enriquecerán su campo académico.

La mayoría, es cierto se quedará en la cuneta, pero esa es la ley darviniana de sobrevivencia del más fuerte de la especie".

1 comentario:

  1. Gracias por los deseos. ¡Seguro habrá otro podcast.
    Saludos y seguir cultivando ese blog.

    ResponderEliminar